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REFLEXIONES

Si cada día que pasa mi reflexión va cambiando por culpa del miedo y del no saber qué hacer ante actos imprevistos, sólo el buen recuerdo hará que mire por qué no quiero borrar de mi vida esos momentos, aun habiendo tenido esa dichosa oportunidad de borrarlos de mi mente, puesto que la experiencia me recordó que no sólo se siente porque se reciben momentos a cambio, ni tan siquiera por las falsas promesas o deseos incumplidos, porque en aquellos tiempos todo era tan real y onírico, cuasi un sueño en viva memoria, y las limitaciones sólo nos las ponía la vida, antes, durante y después de conocerte, y por eso seguí pensando una idea que luego no volvió a repetirse por fuerza del destino y de la auténtica realidad..., fueras un sueño o una vivencia, seas quien fueres, hicieres lo que debieres o no...

Todo lo que uno sueña o desea, dura un cuarto de fracción de segundo, tiempo imposible de cuantificar ya de por sí, pero se basa en una sonrisa que no se trunca ante los momentos que se anteponen a la felicidad, el tiempo en que uno se olvida de todo hasta que vuelve a la realidad, más allá de despertarse de sueños y de historias irreales, y todo es en esa fracción de segundo donde por ese momento, uno pensó que era lo que siempre quiso ser y estar donde siempre imaginó hallarse...

© 1988, el inicio de una nueva era, by Reflexionando

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