REFLEXIONES
Y quién le dice al alma que esto no es miedo, sino sólo silencio, que todo lo que está creando es temor infundado e ilusiones llenas de recelos, desasosiego y quizá un poco de cobardía por guardar las palabras que no se pueden decir por culpa de los propios sentimientos y las reacciones cual explosión química que origina tras las palabras y las repercusiones en las personas recíprocas.
No sé las respuestas a unas insistentes preguntas, si no sé si tengo que saber o no de tí, porque yo quiero saberlo y sentir que todo tiene su razón, y que no vivo entre mentiras, todo por la inquietud de tu silencio, porque, “cuando un deseo no crea razón, sólo infunde terror”
Como un sueño, un susurro llegaste a contentar mi alma y una tenue sonrisa, y el fin de los miedos parecía que llegaban contigo a tu lado, fuera o no voluntario ese sentimiento, era recíproco, unívoco diría más bien, y sin embargo, aunque desaparecieras, tu luz seguía brillando en mi recuerdo y mi memoria y en silencio te llamo una y otra vez, golpes a mis momentos imborrables y mi tiempo, donde, sin darme cuenta, hasta que te fuiste, era un poco más feliz, dentro de la realidad que me parecía pensar y hacer lo contrario… y es que, tomando unas palabras, “has sido tan fugaz, que estoy seguro que eras mi estrella, así que te pediré un deseo, vuelve...”
Sin nombre y apellidos...
Y sigo caminando sin encontrar el fin de la vía, unos tramos son asfaltados y otros embarrados, unos con claridad y otros llenos de rosas con espinas y de densas arboledas, de sol caliente y vientos de lluvia, de dunas y desiertos y frondosos terrenos verdes, y sin destino concreto, simplemente sigo el camino y si encontrase atajo lo pensaría dos veces puesto que no se vuelve atrás en el camino, de la vida, o del amor, o quién sabe… el propio camino que discurrimos...
Te veo y te recuerdo, de otra vida, de otro momento, de algo que siempre estuvo y nunca sentí, pero sin darme cuenta lo viví… te siento...
Un día (sin tí), no son 24 horas, son 24 interminables fragmentos de 60 angustiosos minutos donde no puedo hacer más que pensar en ti en esos 86400 segundos que son suspiros de deseos… contados uno a uno, como las oportunidades y nuevas ocasiones que se pueden inventar… infinitas sensaciones y nuevas alegrías y sonrisas...
La profundidad poética de unas pocas palabras es algo tan preciado como un tesoro el cual no se puede rescatar de los escombros de una sociedad que sólo araña la superficie...
Quien escriba por escribir y no sienta ni una sola palabra de lo que dice o ha descargado lágrimas de impotencia cuando la realidad era bien distinta, no sabe ni escribir ni reflexionar... esto no es un juego, es una realidad, te quemas o te hielas, te enfrías o te calientas, pero la letra y el verso permanece indemne...
Frases y palabras desordenadas, como este cuaderno infinito en el que escribo, donde quise escribir lo que nunca pude decir, donde puedo decir lo que nunca pude sentir, los sentimientos escritos y nunca expresados, siempre serán reflejados en una tinta y papel ficticia, virtual e imaginaria... y si los leyeras, tanto como si no, pero si así fuera... tendrían vida propia...
Descarga de ira y odio en forma de gotas de agua que van perforando la roca del pensamiento, lluvia de versos libres y salvajes...
Aviva los colores de tu paleta llena de emociones en una tabla rasa llena de ilusiones, pinta un arcoiris de sentimientos...
Gotas de lluvia que pintarán tu acuarela de sueños...
No sabía quién eras tú ni quién era yo hasta que te vi, le pregunté a la luna, hablé con las estrellas, el mar susurraba tu nombre, eras la dueña de suspiros, esencias y olores, eras la primavera...
Vuela, vuela alto sobre el horizonte, que no te corten las alas y puedas sobrevolar el infinito horizonte, que tu vuelo sea raso y flotante, que haga estela sobre el mar y el sol no tape tu camino y viajar...
Y tal vez seamos dos luciérnagas en la madrugada mirando la luna llena jugando a ver quién la ilumina más en la noche, si tu mirada o su brillo infinito...
Rozando la madrugada en el crepúsculo de una llamada luna azul suena levemente compases de tu corazón caminando por separado al andar de mis deseos… y voy volando por el horizonte y el ave de alas blancas retoma su vuelo al infinito océano...
Yo puedo adivinar tu verdadera faz, tu real sentimiento que nunca antes habías descubierto cual flor al abrir en primavera, yo sé tu secreto, sé tu realidad y que nunca me la aceptarás... pero las palabras acaban saliendo y los momentos apareciendo...
Calma este miedo a la oscuridad, a buscar aprovechar el momento sembrando para el futuro la ilusión que nunca quise perder, y que el faro no apague esta luz infinita y emociones sinceras reales...
Y al final todo queda en querer que llegue unos momentos de complicidad, de ilusión, reciprocidad, del dar y recibir a cambio, sonrisas por emociones, alegrías por momentos...
¿Diríamos tanto al sol y a la luna si los sentimientos no brotasen del alma y fuera todo tan sencillo y simple?
Tardes con sabor a verano, estío que florece de nuevo y el sol hace mella, buscar la sombra es primordial y más en compañía, porque tan efímero es que ni da tiempo a soñar...
Ave de alas blancas, acurrúcame con tu regazo mientras vuelo contigo al país del todo lo puedo y no quiero despertar con lágrimas de impotencia, llévame a los sueños, a los momentos, a las caricias, a los besos, a las miradas con sentimientos, volemos juntos...
Soneto nocturno de los sueños, que nos hacen introducir en el universo onírico y que puede ser una pesadilla o una irrealidad y la emoción desencantarnos en mar de lágrimas, soñar despierto o dormir y no vivir, razón sin razón...
Breve soneto nocturno, tu sonrisa de luna llena, blanca y plena, iluminando mi camino al sueño y en silencio, meciendo mis andares hacia el mundo irreal, cerrando puertas y empezando a ilusionar… ave de alas blancas no dejes de volar, que nadie te cohíba y te corte tu vuelo...
Resaca de los sueños o pesadillas más profundos cuando no se tiene el poder de decidir o no sobre sentimientos y momentos cómplices y arriesgarse no es siempre acertar o decir la verdad...
Soliloquio reflexivo de madrugada, donde todos duermen o callan, me siento frente al horizonte infinito, en silencio recordando todo lo que fue y será, la brisa va refrescando y la noche sigue su curso con la luna llena… es la única que ilumina a falta de tu sonrisa y tus ojos...
Y debo partirme en dos, si la conciencia no tiene razón, si la razón no se fundamenta, si el fundamento es equívoco, si lo equivocado es lo correcto, si lo correcto es incorrecto, si la incorrección es la idea, si las ideas son principios, si no tuviera principios, si la división propicia la soledad, si la soledad es reflexión, si la reflexión es infinita, si el infinito no tiene fin y el fin es tu principio, si eres el principio de mi teorema, teorema de la tesis de lo imposible y lo imposible no es siempre posible, si todo lo posible es deseable y todo el deseo es soñado, si el sueño es vivido y vivir es un momento y el momento es pensado y si se piensa no se lleva a cabo, para los designios del destino que uno no es destinado, si al final todo es incompleto es porque tú lo completas, el querer sin querer o el amar por amar, el silencio hablado y la voz callada...